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SANTA MARAVILLAS VUELVE A CARRASCALEJO

El pasado 20 de junio de 2023, para conmemorar los veinte años de la canonización de Santa Maravillas de Jesús, tuvo lugar en el paraje de «Carrascalejo», en Murcia, la bendición de una hermosa imagen sedente de la santa, en bronce, obra del escultor murciano José Hernández. La imagen se encuentra junto al conocido Cristo del Humilladero, muy querido y venerado por todos los vecinos del
lugar. La iniciativa ha partido de los sobrinos nietos de la santa, actuales propietarios de la finca.

Los abuelos maternos de Maravillas eran los dueños de la finca de «Carrascalejo», en la provincia
de Murcia, más exactamente en Bullas. Maravillas siempre diría, refiriéndose a este paraje: «Mi pueblo».
Con sus padres y hermanos pasaba largas temporadas en la finca, donde sucedieron hechos tan conocidos
y entrañables como su consagración al Señor en el desván de la casa, con menos de cinco años.
Maravillas nunca olvidaría el que fue escenario de sus años de infancia y juventud, y ya monja, en el
Carmelo de Duruelo, escribía a su hermano Alfonso, marqués de Pidal: «¿Qué tal Carrascalejo? Yo es de
las cosas a que más cariño tengo, con tantos recuerdos, y lo bien que lo pasábamos allí».

A pocos meses de la clausura del Año Jubilar que se está celebrando con motivo del centenario de la
fundación del Carmelo del Cerro de los Ángeles, por Santa Maravillas de Jesús, en el Humilladero de
Carrascalejo se puede admirar esta imagen de la Santa, modelo para todos los cristianos de hoy. San Juan
Pablo II, en el Breve de Beatificación de la Madre Maravillas, concluía:

«Deseamos que su vida, obras y ejemplos atraigan e impulsen cada vez más fuertemente a los fieles
cristianos a seguir audazmente el camino del Evangelio de Cristo en medio de las condiciones terrenas,
de modo que con tan eximios predecesores de la vida católica se pueda extender más segura y
ampliamente su Reino»

«El cielo en la tierra» es el título del libro editado por las carmelitas descalzas del Carmelo de Kottayam (India), en malayalam, con ocasión del 90 aniversario de la fundación de este monasterio. Con fotos inéditas hasta ahora, las carmelitas narran la historia de este convento, junto con una reseña de cada una de las fundadoras.

A petición de Mons. Buenaventura Arana, o.c.d., Obispo de Vijayapuram (Kerala), a Santa Maravillas, priora del Carmelo del Cerro de los Ángeles, el 11 de septiembre de 1933 salían del Cerro las ocho carmelitas destinadas a la India. Antes de salir, la Madre Maravillas les pidió que durante el viaje
fueran escribiendo un diario donde reflejaran todo lo sucedido. Así lo hicieron. En la primera página de este diario, que se conserva en el Carmelo del Cerro, se puede leer:

«…Como nos pidió, Madre, le contásemos todo nuestro viaje, voy a empezar. Salimos del Cerro el lunes 11 de septiembre, que el Señor, en su  misericordia infinita, había fijado desde toda la eternidad para que le ofreciésemos ese sacrificio tan agradable a su Corazón y que tanto costó al nuestro. Subimos a la ermita de los Ángeles y allí nos esperaba la Santísima Virgen, que no sabe, Madre, qué consuelo nos dio. Le cantamos la Salve y enseguida bajamos y nos postramos a los pies del Monumento. Todas sentíamos una paz y una alegría que sólo Dios puede dar…»

Tras llegar a Tuticorin se instalaron en una casita provisional desde donde vigilarían las obras del nuevo convento, que se iba a construir en un  montecito llamado «Kurikunum», en las afueras de Kottayam que se en adelante «St. Teresa’s Mount». El 14 de octubre de 1933 se celebraba la primera Misa. La madre Rosario, priora ya del nuevo palomarcico, termina así el diario que todas van a firmar para enviar al Carmelo del Cerro cuanto antes:

«¡Qué momentos aquéllos! Jesús debió de sonreír viendo nuestros corazones hechos jirones y que al recordarlo caen de nuevo los lagrimones como las enormes gotas del monzón. Pero ¡qué paz! Son las doce de la noche. Todas estas hijas de Vuestra Reverencia descansan alegres y contentas en sus pobres tarimas. En el río se siente de vez en cuando algún indio que atraviesa en su piragua y se para enfrente de la pagoda. Esto desgarra el alma y quita las ganas de dormir. El Señor en el sagrario vela el sueño de sus carmelitas, desde las rendijas del suelo veo el resplandor de la lamparilla. ¡Qué paz se siente y qué aislamiento del mundo! Parece que nos encontramos en la antesala del cielo. Esta casita tiene los encantos de Nazaret y las delicias de Belén. ¿Puede haber mayor gozo para nuestros pobres corazones que no desean otra cosa que perder el seso por completo por Él?»

La inauguración del nuevo Carmelo tuvo lugar el 14 de junio de 1934. Esta primera fundación del Carmelo del Cerro de los Ángeles pronto empezó a dar sus frutos, tanto en conversiones, como en vocaciones, por lo que fundaron varios carmelos. El deseo del Corazón de Jesús, manifestado a Santa
Maravillas, de «un Carmelo donde tuviera sus delicias», se cumplía en otra nueva fundación.